En este artículo vamos a abordar dos falsas (las más populares) creencias o temores que podemos llegar a tener a la hora de optar por una solución de software libre y que puede hacer declinar estas opciones que hoy en día, por no decir desde hace ya mucho tiempo, se han consolidado como una gran apuesta efectiva, tanto para pequeñas, medianas y grandes empresas, incluido los sectores públicos.
No se trata de utilizar el software libre por los costes de licencias (muchos de ellos son gratuitos), sino por lo que nos pueden aportar como ventaja frente a otros programas privativos.
El software libre tiene peor asistencia técnica
Muchas personas pueden llegar a pensar que el hecho de que no sea una empresa la proveedora de la aplicación, pueda conllevar que un momento dado se vean totalmente desamparados a la hora de hacer una consulta o solucionar un problema en la aplicación. Actualmente podemos distinguir dos tipos de asistencia en las aplicaciones de código abierto. Por un lado tendríamos la asistencia tradicional a cambio de un precio, y por otro lado la asistencia informal a cargo de la comunidad.
En el caso de Dolibarr, existen varios Preferred Partners que os pueden proporcionar asistencia de calidad por un precio. Además, el hecho de que haya varias empresas hace que se ajusten más los precios, algo que no está disponible para las aplicaciones privativas puesto que es una única empresa la que puede proporcionar asistencia y puede "abusar" todo lo que quiera ya que el usuario está obligado a "pasar por el aro".
Como alternativa, también se puede conseguir asistencia gratuita de la comunidad de usuarios y desarrolladores a través de los foros oficiales de Dolibarr. Aunque este tipo de asistencia no es la tradicional, son muchos los usuarios que resuelven sus dudas a través de ella.
Así pues, el hecho de utilizar un software libre no significa el tener una peor asistencia, puesto que de igual modo que el software privativo, contamos con una serie de empresas que nos van a poder ofrecer una asistencia profesional.
El software libre tiene mayor riesgo de abandono
Las empresas cierran, y los particulares pierden el interés en sus productos, tanto en los programas cerrados como en el mundo del código abierto. La mayor diferencia, sin embargo, es que todos los programas abiertos entran automáticamente en relevos: esto es, que si su desarrollador original deja de mantener el producto, cualquier persona o grupo de personas puede seguir adelante y hacerse cargo en su lugar. Este mecanismo se ha visto repetidamente en el código abierto. Por ejemplo, NCSA abandonó su servidor web "httpd", de modo que algunos de sus usuarios se juntaron para mantenerlo, y el resultado fue Apache, el más popular de los servidores web. O sin ir más lejos, el propio Dolibarr, que su desarrollador original Rodolphe Quiedeville, hace tiempo que dejó el proyecto en manos de otro grupo de desarrolladores, con Laurent Destailleur a la cabeza.
Por el contrario, si una empresa privada abandona alguno de sus productos o incluso la empresa cierra sus puertas, es muy difícil que alguien continúe con el desarrollo ya que no se tendría acceso al código para poder actualizarlo.
Así pues, con el software libre, y con Dolibarr en concreto, vamos a contar con una asistencia profesional en caso de optar por ella. Por otro lado, el riesgo de abandono es muy bajo puesto que siempre hay nuevas.
